Érase una vez un niño brasileño llamado Osvaldo. Un triste día su madre se hartó de que este estuviera jugando con su muñeco de transformers todo el rato y entonces, decidió tirar el juguete a la basura. Horas después el niño volvió del colegio y fue directo a buscar su muñeco favorito, pero, al darse cuenta de que no estaba, preguntó a su madre:
-Mamà, ¿sabes dónde esta mi muñeco de transformers?
-Lo siento Osvaldo Javier, lo he tirado- le confesó la madre.
Entonces nuestro joven protagonista, enfadado, decidió hacerse independiente a la temprana edad de 11 años.
Osvaldo Javier estuvo viviendo en la calle, viviendo de lo que encontraba entre las basuras, pero un día, rebuscando entre ellas, encontró el muñeco por el que habia empezado su aventura. Entonces se acordó de su familía, ¿qué sería de ellos?
Decidió volver al barrio del que procedía y encontró unos carteles de una recreación suya de como sería con 15 años.
Osvaldo Javier, conmovido, decidió volver a casa pero al llegar a su hogar se encontró a su madre entristecida. Cuando esta le vio, lo reconoció y dijo:
-¿Osvaldo Javier?
-¿Mamà?- díjo este
Y así, después de una pequeña discusión, volvierón a ser una familia feliz.
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